Sevilla, aprende para la próxima.

La explosión de júbilo y de dicha que experimentamos y sentimos tras ganar nuestra segunda Copa de la UEFA, no ha de cegarnos.Muchos me tacharán de ser excesivamente crítico con el equipo en un momento tan dulce, pero si queremos seguir creciendo, hemos de ser más ambiciosos si cabe. Y de este tercer título europeo que hemos conseguido, tenemos que extraer varias conclusiones. Porque como decía un antiguo profesor de matemáticas que tuve en la universidad, "hasta en los exámenes se aprende". Y qué mejor emplazamiento para adquirir sabiduría que una final europea.

A mi juicio, el Sevilla FC cometió en Glasgow un par de errores garrafales que habrían de ser tenidos en cuenta en las próximas cinco finales que nos quedan, porque tal y como pinta la cosa para la liga, los cuatro partidos que nos restan son eso; finales.

El primero, y más importante, no infravalorar nunca al rival. Con un 2 a 1, aunque el contrario esté con diez futbolistas, no podemos caer en lucimientos de cara a la galería. Hay que machacar para quedarnos tranquilos. Y después, si el rival lo permite, a gustarse y deleitar al telespectador. Pero antes, hay que finiquitar el partido.

El segundo, es no tocar lo que funciona. Y aunque Juande ha demostrado con creces ser un grandioso estratega, se equivoca al dejarle toda la banda derecha a Daniel Alves. En una final se pueden introducir pequeños detalles tácticos, pero nunca cambios en el sistema que tan buen resultado nos ha dado esta temporada.

Una conclusión muy positiva que podemos extraer de la final ante el Español (porque gracias a Dios los sevillistas tenemos que especificar de qué final hablamos) es que no jugando todo lo bien que sabemos, ganamos. Y esto es un síntoma que denota algo maravilloso. Y es que somos grandes, porque sólo los más grandes ganan finales jugando peor que el rival.

Mención aparte merece nuestro arquero. El atrápalotodo Andrés Palop, del cual escribiré en breve. Pero no solo por el partidazo de anteayer, ni por el gol milagroso ante el equipo de Donest, sino por las temporadas que nos ha regalado desde que llegó a nuestro club. Y las que le queda por regalarnos... Grande entre los grandes. Palop, Palop, Paloooooop.

Antonio Diago González