
El equipo no tuvo suerte en el empiece de la contienda, pero ha medida que pasaban los minutos fue cogiendo más confianza.

Mejía Dávila pitó un penalti que no fue, y menos mal que la verdad siempre prevalece y Robert lo mando a la grada del Villamarín.


En fín otro empate más sin goles y con mucha polémica en el palco por parte de los de la carretera de Cádiz.
Tony Rosado
1 comentario:
La verdad siempre prevalece...
jajajaj
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